
En mundo tan agitado como el que vivimos hoy en día donde todo pasa tan rápido, donde los días pasan casi sin darnos cuenta y con poca diferencia esquemática entre sí, cualquier aditivo o complemento del ser humano que favorezca nuestra tranquilidad y aporte significativamente en querer invertir tiempo en uno mismo , para mí por lo menos, es algo que agradezco a cada segundo, a cada momento en donde quiero estar en silencio.
Hablo de esos días en donde aún habiendo suficiente luz sólo deseamos cerrar los ojos, detener esa energía sutilmente con nuestro dedo índice pero por completo y concentrarnos egoístamente (aunque sean 3 bastardos minutos) en nosotros mismos, si! mírelo como un autoregalo, una reingeniería..
Confrontacional ,empírico y hasta tentador pero nada más analítico que ponerme a pensar en lo que he hecho de mí, bueno.. siendo bien honesta ( y ojo! ..no para sentirme mejor pero) tampoco es una jugada “taaan” egoísta ya que pensar “en mí” involucra directamente a mi entorno (que también es mío.. mi realidad, mi mundo; mi familia, mis amores y desamores, mis amigos y la gente que me odia) pensar en mí y en mis proyectos, oséa… si… literalmente he de sacar en estas líneas mi alero individualista (aunque me cueste asumirlo) y que gracias a Henry Binns y Sam Hardaker logré desbaratar y explorar hace un par de años atrás. Esa es la bandera de lucha con que Zero Seven presiona como botón de pánico en mi cerebro; el añorado encuentro entre mi persona y mi pasado, entre mi persona y mi presente.. entre mi persona y todos aquéllos que constantemente han estado rodeándome tan sólo por amor al arte.
Supongo que me comprende que acá y para gusto de muchos.. no hay límites, es mi masa gris quien en conjunto con otros instrumentos flota graficando imágenes ya vividas o boceteando lo que veo venir …afortunadamente en esta fase se desconoce por completo el concepto “frontera” y algo muy similar sucede con las restricciones…

Creo que he sido bastante explícita… pero cuando pienso en los cerebros y en las melodías de Zero Seven se me viene el concepto yoista como top of mind ( y no es que sea técnica pero no encuentro mejor palabra.. los publicistas usamos ese término cuando se nos pregunta por una categoría y no se nos induce nada y baf! sale para afuera, sin presiones…como me ocurre en este mismísimo momento).
Y es que hacer música que te haga poner stop a este constante girar y que además se active cuando tú lo planees es algo que mi sentir lo aclama pero con alevosía ya que momentos deleitables para uno mismo ya hay pocos, y a estas alturas del partido son contados con los dedos… pues he aquí uno más estimadas mentes hedonista!

El primer trabajo y más que nada casi a modo de prueba fue el disco Simple Things, editado el año 2001 y sin proyectar un mejor futuro, repito… “a modo de prueba”, sin embargo, nos dejó a muchos con los ojos abiertos, ellos tanto como nosotros; indefinidos y moldeables oídos urbanos que recibimos tanta información a diario en donde ya filtrar se nos hace cada vez más complicado.
Del Primer disco se destacan los temas Destiny como In the Waiting line que en la cinta Garden State (la primera película de Zach Braff,) aparece como tema central; quizás para quienes aún no han visto esta cinta de amor inteligente tan sólo necesitan escuchar este tema para ya comenzar a sincronizar las energía que se respira durante todo el film.

When It Falls es otro disco amable de Zero Seven, entiéndase amable como esos discos que permiten una autoreconciliación con nuestra conciencia, visualizando a quiénes alguna vez heriste o reemplazaste en tu vida siempre pensando en que era por mejor, un cd completo para volver al centro y recuperar, qué se yo.. “retomar” todo lo que alguna vez dejamos detenido, ya sea por un desplazamiento natural o porque simplemente las cosas no se dieron como nuestros objetivos así lo esperaban, el fondo musical junto con los acordes del disco (para mí uno de los mejores de la banda) dibujan en una estrategia mental digna de cualquier conversación profunda con aquella persona que te conoce por completo tan sólo mirándote a los ojos.

Un subir y bajar de emociones que antes de vivirlas con alguien primero deben ser saboreadas por uno mismo, decía por ahí nuestro poeta Pablo Neruda que sin duda una de las tareas más difíciles del ser humano es autorendirse cuentas, puede ser muy crucial para cualquiera de nosotros; el evaluar y ver qué tan cerca estamos o qué tan alejados nos deplazamos a diario de lo que siempre soñamos ver, de nuestro centro, de nuestra vida. Si usted es de los que jamás se lo ha cuestionado o bien suele hacerlo cada 5 años y ya siente que ha llegado el momento, pues descargue los temas y enciérrese consigo mismo, lo que si le pido es no se falle…será para bien, después me lo agradecerá, se lo aseguro.
DESTINY